26/3/12

Gestión del Contexto

El contexto de las organizaciones es dinámico, cambiante y por lo general incierto. Las organizaciones que tengan un modelo de conducción rígida, es decir que no “lean” los hechos y cambios ambientales en el transcurso del tiempo y mantengan siempre su modelo estratégico y estructural sin cambios, tendrán momentos en que sus estrategias y estructuras estarán alineadas al ambiente y momentos en el cual se genere una brecha (gap) con este. Esta brecha con el contexto puede generar amenazas para la organización.

Es recomendable que las organizaciones vayan viendo los hechos y cambios del entorno y modificando su estrategia y estructura para seguir a este. Este modelo de conducción adaptativa permite ir dando respuestas al cambio ambiental. Pero es claro que este es un modelo que “corre de atrás” al ambiente, y por consiguiente es difícil que pueda aprovechar las oportunidades que ofrecen los cambios del ambiente.

Es necesaria una conducción evolutiva para aprovechar las oportunidades del ambiente. Este modelo de conducción se anticipa al cambio del ambiente y permite estar preparado para aprovechar el nuevo contexto que se va a originar. Esta es la forma de conducción de los “visionarios”, que ven las oportunidades antes que el resto.

La Teoría de la Contingencia dentro del estudio de la Administración es el “paragua” conceptual que abarca a estos dos últimos modelos de conducción. Esta teoría enuncia que la administración debe ser situacional, circunstancial y contingencial. No existe de “best way”, no hay una única y mejor forma de hacer las cosas; todo depende de la situación del momento, las diferentes circunstancias que van apareciendo y las contingencias a afrontar.

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